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GRUPO DE COMPLEJIDAD, COMUNICACIÓN Y SOCIO/LINGÜÍSTICA

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Resultat d'imatges de "el català, llengua mitjana d'europa"
http://www.springer.com/us/book/9783642328169



El Grupo de Complejidad, Comunicación y Sociolingüística es un grupo consolidado con miembros de diferentes universidades y provenientes de diferentes ámbitos de investigación. Es multidisciplinar y está dirigido por el Dr. Albert Bastardas Boada y está ubicado físicamente en el Departamento de Lingüística General de la Universidad de Barcelona.

Los investigadores del grupo provienen de una amplia variedad de orígenes, desde las ciencias sociales a la física, pasando por la lingüística, la inteligencia artificial, la psicología, la sociología, la sociolingüística, las ciencias de la comunicación y los estudios literarios. La filosofía del grupo es intrínsicamente inter- y transdisciplinaria, más allá de las fronteras tradicionales entre ciencias "duras" y "blandas". Nuestro objetivo inmediato es aplicar los nuevos conocimientos en filosofía de la ciencia y las aportaciones de las distintas líneas que trabajan en complejidad a las dichas tradicionalmente ciencias humanas y sociales, buscando la creatividad conceptual y teórica al servicio de una mejor comprensión general de la existencia humana.



SOCIOCOMPLEJIDAD:

Por qué?

Albert Bastardas Boada

Así llegamos al estrambótico resultado de que

en el estudio de la vida y la mente, que son precisamente

los campos en los que es más evidente para la experiencia

y la observación que la causa formativa actúa en un

movimiento fluyente no dividido ni fragmentado, se da

ahora la creencia más amplia en el sistema fragmentario

atomista de acercamiento a la realidad.

Bohm, David. La totalidad y el orden implicado


El avance en la comprensión científica del universo ha estado y continua siendo un camino largo y nada fácil de conquistar por los seres humanos. Aunque se ha procesado en un conocimiento más realista de los fenómenos fisicoquímicos de base, aunque no entendemos completamente el plan biológico, y mucho menos el plan humano. Pese a que llevamos ya unas cuantas décadas en el intento de comprendernos a nosotros mismos y los fenómenos que causamos y que nos causan, el avance es aún débil y parece que aún queda mucho camino por recorrer.

El sociólogo Norbert Elias señalaba que las ciencias sociales se encontraban en una encrucijada que tendrían que saber superar. Por otro lado, tenian que distanciarse de las categorías conceptuales corrientes de la vivencia cuotidiana de las personas -aunque, claro, tendrían que ser tenidas en cuenta- y por otro lado, quizás tenían que ser críticas y ir con cuidado si adoptaban los modelos de "cientificidad" que les ofrecían las más experimentadas ciencias de la materia, puesto que éstos podrían ser inadecuados para el tipo de realidad -la complejidad social- que todos querían tratar de entender y explicar. Elias era ya consciente de la necesidad de nuevas herramientas de pensamiento y de nuevos modelos procesales si algún día queremos llegar a concebir el funcionamiento bastante complejo de los seres-humanos-en-sociedad.

Durante la segunda mitad del siglo XX especialmente, desde distintos campos han ido surgiendo diferentes herramientas conceptuales y nuevas imágenes que parece que nos pueden hacer avanzar en la dirección que pedía Elias. Autores como Gregory Bateson, Edgar Morin, David Bohm o Fritjof Capra, entre otros, abren perspectivas capaces de ir produciendo una comprensión más adecuada de los fenómenos sociomentales humanos, basadas en la ecología sistemática. Otros autores, centrados más en la modelización de redes y de los sistemas dinámicos no-lineales desde perspectivas más generales, van aportando también nuevas posibilidades de representación y comprensión de este tipo de fenómenos. Es a todo esto que hemos ido conviniendo de llamar perspectivas o teorías de la "complejidad", buscando un rótulo general que nos permita integrar el conjunto de estas innovaciones.

La aplicación de estos enfoques a la comprensión de diferentes fenómenos sociales, comunicativo-cognitivos y lingüísticos, resulta, pues, plenamente adecuada porque nos permite visualizar mucho más acertadamente sucesos cuotidianos como las conversaciones y, en general, la interacción social, las interrelaciones lingüísticas de grupos humanos diferentes, el uso y el desuso social de formas y variedades lingüísticas, el cambio histórico de estas, o bien sus sociosignificados según los distintos grupos y subgrupos socioculturales. En el mismo tiempo, podemos construir una imagen multidimensional mucho más integrada y coherente del propio sistema lingüístico conectándolo, como hace falta, con los individuos y sus cogniciones y sus comportamientos sociales, dentro del ecosistema físicosocial en que todos estos elementos existan. La "mirada compleja" -o mejor, sociocompleja- se nos ofrece como un camino para explorar, alentador y plenamente útil para el avance de nuestros conocimientos del nivel humano.


El enfoque desde la (socio)complejidad: algunos puntos esenciales de contraste:

(Página en construcción)